El Romanticismo surge en una época de crisis de valores y creencias. El Romanticismo no es solo un movimiento artístico y literario, es también una actitud ante la vida: una actitud fundamentalmente pesimista y amarga. A esta actitud se la conoce como mal del siglo. Esta forma de ver la vida provocó una ola de suicidios entre los jóvenes, que la mayoría de las veces se disparaban un tiro en la cabeza imitando a los protagonistas de obras como Las penas del joven Werther.
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